Se oyen a menudo los términos “Enfermedad Cardiovascular” y “Riesgo Cardiovascular” en los medios, pero qué son y cómo se cuánto riesgo tengo.
En España en el año 2020, un 12,22% de las muertes totales fueron causadas por COVID-19 (diagnosticado), 11,42% en mujeres y 13,01% en hombres. En el mismo año, las enfermedades isquémicas del corazón y las Enfermedades Cerebrovasculares se llevaron el 11,23% de las muertes, 10,16% en mujeres y 11,53% en hombres. Podemos observar que fallecieron más mujeres por enfermedades cerebrovasculares, mientras que fallecieron más hombres debido a enfermedades isquémicas del corazón (INE).
El Riesgo Cardiovascular es la probabilidad que tiene una persona de padecer un evento cardiovascular y depende de los factores de riesgo cardiovascular.
Si miramos nuestra vida desde el punto de los factores de riesgo cardiovascular, suena macabro, pero podríamos decir que a lo largo de la vida vamos comprando boletos o no para una lotería, sólo que ésta no es buena. En esta lotería sólo se ganan problemas, algunos totalmente irreversibles como la muerte. Vamos a ver cuáles son esos boletos y un pequeño resumen de lo que podemos hacer para deshacernos de ellos o ni siquiera “comprarlos”.

Los factores de riesgo cardiovascular son la hipertensión, hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia, diabetes, perímetro abdominal elevado, síndrome metabólico y haber tenido un evento anterior.
Una presión sanguínea óptima está por debajo 120 mmHg para la presión sistólica (PAS) y 80 mmHg para la diastólica (PAD). Se considera hipertensión arterial cuando se superan los 140/90 mmHg (PAS/PAD).
Una de las principales causas de la hipertensión arterial es el exceso de peso, a partir de 23kg/m2 (normopeso) aumentan ambas presiones, sistólica y diastólica.
Las principales complicaciones de la hipertensión arterial son, como seguro que sabes, eventos cardiovasculares por exceso de trabajo, pero también problemas de visión, shock cerebral e insuficiencia renal.
Las principales recomendaciones para reducir la tensión son la reducción del consumo de sodio, bebidas excitantes (té, café, pérdida de peso, ejercicio físico aeróbico; y aumentando el consumo de potasio.
Hipercolesterolemia.
Se considera hipercolesterolemia cuando la concentración de colesterol total supera los 250 mg/dl y los 200 mg/dl si la persona ya tiene otra patología, como la diabetes; y los triglicéridos por debajo de 200 mg/dl.
Si ambos, colesterol total y triglicéridos, están por encima de los 200 mg/dl se trata de una hiperlipemia mixta.
Hipertrigliceridemia
Se considera que una persona tiene hipertrigliceridemia cuando su concentración de triglicéridos en sangre supera los 200 mg/dl y el colesterol total se mantiene por debajo de los 200 mg/dl. Si ambas cifras superan los 200 mg/dl se trata de una hiperlipemia mixta, como hemos comentado en el párrafo anterior.
Diabetes.
Se considera que alguien padece diabetes tipo II cuando su glucemia en ayunas supera los 126 mg/dl en sangre en dos pruebas distintas. La glucemia depende mucho del estado nutricional del paciente, ya que ha podido realizar un ayuno de más de 12 horas, generando falsos resultados, por ello, se mira la hemoglobina glicosilada (HbA1c). Si ésta supera el 6,5%, se considera que la persona tiene diabetes. Hay un estadio intermedio entre una persona sana y una persona con diabetes mellitus tipo II, la pre-diabetes. Se considera pre-diabetes cuando la persona tiene entre 100-125 mg/dl de glucosa basal en ayunas, y una Hb1Ac entre 5.7-6.4%.
Los principales factores de riesgo de padecer diabetes son la obesidad, niveles elevados de colesterol y triglicéridos, junto con la herencia genética, factores, que a su vez se relacionan de manera directa con el riesgo cardiovascular.
Perímetro abdominal elevado.
Una persona presenta Síndrome Metabólico cuando su perímetro abdominal supera los 88 cm en mujeres y los 101 en hombres. Cuando una persona tiene el perímetro abdominal por encima de los límites tiene más probabilidad de tener los triglicéridos, la presión arterial y la glucemia elevados, que, a su vez, son factores de riesgo cardiovasculares. Al mismo tiempo reduce la concentración de HDL en sangre, reduciendo la protección ante las enfermedades cardiovasculares que ejerce.
Síndrome metabólico.
Se considera que una persona presenta síndrome metabólico, a grandes rasgos, cuando cuenta con 3 o más de las anteriores patologías. Los parámetros utilizados para diagnosticar que una persona padece Síndrome Metabólico son los siguientes:
- Tener una presión arterial superior a 130/80 mmHg.
- Glucosa en ayunas superior a 100 mg/dl.
- Triglicéridos por encima de los 150 mg/dl
- Colesterol HDL bajo (por debajo de los 50 mg/dl en mujeres y de 40 mg/dl en hombres).
- Perímetro abdominal superior a 88 cm en mujeres y 101 cm en hombres. Puedes consultar más sobre el Síndrome Metabólico aquí.
Evento cardiovascular anterior
Para explicarlo voy a utilizar una metáfora simple, la persona que se ha hecho un esguince en un tobillo tiene muchas probabilidades de volver a hacerse el esguince en ese mismo tobillo que una persona que nunca ha tenido un esguince en ese tobillo.
Existen programas que permiten calcular el riesgo cardiovascular que tenemos aportando nuestros factores de riesgo, la edad y el sexo. La mayoría de estos programas y fórmulas requieren de conocimientos sanitarios, por lo que, te recomiendo que consultes a tu médico.
A modo de conclusión, cuántos más puntos de la lista tenemos, peor; pero tienen solución o se puede ralentizar la evolución. Te recomiendo que visites los posts de las enfermedades de manera individual, sobre todo de aquellas que padeces, para conocer las complicaciones, cómo se relaciona con los otros factores de riesgo cardiovascular y cómo hacerles frente.
Volviendo a la metáfora de la lotería, PONLE FRENO, REDUCE TUS BOLETOS.


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