Tiempo de preparación: 30 min para 2 kilos de manzana
Raciones: 500 g
Estrellas: ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️
Dificultad: 🔴🔴⚪⚪⚪
Saludable: 🟢
Estacionalidad: Anual, Otoño
Esta compota de manzana sin azúcar es increíblemente sencilla de preparar, sólo necesitas 2 ingredientes, manzana y limón. Os prometo que está increíble.
La receta que os traigo hoy es en cazuela, pero hay otras variaciones, como en el horno o el microondas.
Esta compota de manzana resulta increíblemente versátil, desde lo más simple como sustituir una mermelada en una tostada, bizcocho u hojaldre, hasta usarla como edulcorante, ya que a pesar de no llevar azúcares añadidos es naturalmente dulce. Otra opción muy interesante es utilizarla para hacer salsas para acompañar carnes como el pollo asado, el pato o el solomillo.
Además, puede ser una receta de “aprovechamiento” ya que es perfecta para consumir las manzana que están en peor estado, aprovechando las ofertas de desperdicio cero, como en el vídeo.
Ingredientes
- 8 manzanas (he usado manzana Fuji principalmente)
- 1 limón (al gusto, ésta es la proporción que yo uso)
- Opcional: también le quedaría bien algo de canela y/o clavo.
Preparación
- Lavamos bien el limón, ya no sólo por higiene sino porque a los cítricos se les aplica un tratamiento de cera para que nos parezcan más atractivos.
- Rallamos o cortamos un poco de ralladura de limón. Muy importante rallar sólo lo amarillo porque la parte blanca es amarga. Lo mismo se aplica al resto de cítricos. Personalmente prefiero cortar trocitos muy finos porque cuando te caen dan como una pequeña explosión de sabor.
- Exprimimos el limón.
- Pelamos las manzanas. Primero sólo las pelamos para que no se nos oxiden tan rápido.
- Cortamos las manzanas. Cuánto más pequeños sean los trozos, más rápido se cocinan, pero también se oxidan antes mientras cortamos el resto de manzana. Para evitarlo podemos añadir la mitad del zumo de limón y darle vueltas de vez en cuando para que el limón entre en contacto con la mayor superficie de manzana posible, evitando que la ésta se oxide.
¿Por qué sucede esto? - Ponemos la manzana y la piel del limón a fuego muy lento y vigilamos que no se adhiera. Así evitamos que se nos queme a pesar de no añadir agua.
- Tras unos minutos, veremos que la manzana va soltando líquido. Le subimos a fuego medio para aligerar la cocción, continuamos removiendo esporádicamente para evitar que se nos pegue.
- La manzana irá soltando líquido hasta que esté cocida, y entonces empezará a evaporarse. Si vemos que nos quedamos sin líquido y la manzana está cruda, reducimos el fuego.
- Llega un momento que la manzana ya no suelta más líquido, añadimos el zumo de limón. Empezamos a evaporar el líquido a fuego medio dando vueltas para evitar que se nos pegue.
- Yo la considero en su punto perfecto cuando la manzana se puede aplastar con un tenedor, creando un puré (siempre dejo algún trozo porque me parece interesante organolépticamente). Incluso ahí puedes reducir todavía más, al gusto. Cuanto más reduzcas, más dulce será, puedes llegar a hacer dulce de manzana; ten en cuenta que cuanto más reduzcas, menos cantidad te quedará al final.

Leave a comment